Desde el principio de enero, vemos los penosos accidentes de Lluvia en estado que acontecieron en estado de Rio de Janeiro. Lo ocurrido esta semana en Río de Janeiro es una tragedia anunciada por la omisión de las autoridades para adoptar medidas preventivas y la repetición de desastres que se registran históricamente en esta época del año en el tercer estado más poblado de Brasil.
Al menos 550 personas han muerto como consecuencia de las lluvias que castigan la región serrana del estado brasileño de Río de Janeiro, principalmente en Teresópolis, Petrópolis, Nova Friburgo e Itaipava en donde murieron muchas familias y otros se quedaron en las calles, aguardando la ayuda de los gobiernos de estado y de las municipalidades. Las cifras de víctimas pueden aumentar aún más debido a que los bomberos continúan la búsqueda de personas declaradas como desaparecidas, cuyo número no ha sido establecido, y a que las lluvias no cesan.
Yo creo que esta situación actual como la crisis de Rio de Janeiro debería servir como atención de cómo los gobiernos y los países deben actuar para ayudar y proteger las poblaciones y las personas que viven en áreas de riesgo o comunidades pobres.
Sin embargo, esto sirve como camino para que los gobiernos y los políticos demuestren su solidaridad, ayuda y asistencia quienes particularmente considero hipócritas. Por supuesto, que en realidad, ellos aprovechan esta situación para buscar sus intereses personales. Pues estos políticos nunca ayudan cuando las poblaciones pobres más necesitan, y aunque ellos ayuden, siempre hay algo por detrás.
Y siempre tardan para intervenir en los problemas de los pobres, o simplemente lo ignoran. En todo eso, es una lástima recordar que muchas personas todavía necesitan de mucha ayuda de los gobiernos. É bien recordar que el estado de Rio de Janeiro es estado de federación que más recebe ayuda de gobierno federal, pero que menos invisten para su población pobre por medio de proyectos sociales.
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